Belbo Terrenal. Habla de toda la cuenca del Mediterráneo, un corazón de verde entre edificios.
Su oferta pasa por tomarse una copa o sentarse a comer y pasar la tarde rodeado de exquisitez, con un cuidado interiorismo y de múltiples plantas y árboles frutales.
Algunos de sus platos como la lubina al barro, el Tajine de cordero lechal, la ensalada Falafel, la berenjena escalivada con yogurt, sésamo, granada y menta inspirado en el babaganoush, son ese guiño a una propuesta culinaria rica y llena de matices.