Casa de más de 200 años restaurada cuidando los elementos tradicionales combinados con nuevas comodidades. Se han respetado las aportaciones de las generaciones anteriores para guardar un ambiente tranquilo y apacible.
La casa, la entrada, la escalera, el patio… y lo mejor la bodega original de mediados del XIX.
El patio tiene 500 m2 útiles rodeado de una pared de piedra, con agua y tomas de luz repartidos.
La escalera es espectacular, sencilla pero a la que el paso del tiempo ha recalcado el aspecto romántico.
La bonita entrada es un anticipo de lo que se va a ver en el interior, la constante mezcla de tradición y comodidad.
Y la bodega sencillamente es sorprendente. Se baja por una escalera y al fondo se ve la bodega oscura. No se puede encender la luz hasta que no se está dentro y cuando se pulsa en interruptor nos despertamos en otra época.
Hay varios espacios, interiores y exteriores.
Interiores está el primer piso, con una superficie de 140 m2 apto hasta para 70 personas.
Otro espacio interior es el salón del patio, con una superficie de 50 m2 apto para 25 personas.
Finalmente está el propio patio con su jardín, con 500 m2 y 250 personas de capacidad.